sábado, 26 de marzo de 2011

Dijeron... Mintieron!! campaña antidroga



En referencia al concepto de “droga” que podido conocer a lo largo de la exposición, diremos que las drogas se pueden conceptualizar en función de una serie de variables que, igualmente, se han ido modificando conforme la sociedad ha ido generando nuevos espacios de conocimiento y de profundización científica, bien en aquellos aspectos relacionados con la biología humana o con el avance de la psicología y de la sociología.


Las podemos clasificar por su origen (naturales, semisintéticas o sintéticas), por la codificación sociocultural de su consumo (institucionalizadas/legales o no institucionalizadas/ ilegales), por la forma en la que se consumen (fumada, por vía oral…), o por la influencia que despliegan sobre el Sistema Nervioso Central. De esta ultima de clasificar los diferentes tipos de drogas es más conocido por los jóvenes, ya que según los efectos que dé se las catalogan como: Depresoras, Estimulantes, Perturbadoras...


En la actualidad no sólo hablamos de drogodependencias o adicciones a sustancias, sino que nos encontramos inmersos en un proceso creciente que es el de las adicciones sin sustancias, también llamadas adicciones comportamentales. Dentro de ellas se encuentra no sólo el juego patológico, quizás la adicción más trabajada y estudiada, sino posiblemente otras de más reciente aparición como son las que se encuentran relacionadas con el uso/abuso de “internet”, telefonía móvil…


En definitiva, las drogodependencias tanto con sustancias o sin sustancias, quedan recogidas en la definición que la Ley 4/1997 de Prevención y Asistencia en Materia de Drogas, conceptualiza como aquella enfermedad crónica y recidivante caracterizada por la necesidad compulsiva hacia el consumo o la acción adictiva.


Es diferente hablar de uso o consumo y abuso de una sustancia o actividad, o actitudes capaces de generar adicción. Por uso o consumo, no inadecuado, se entiende el que no genera problemas sobre el consumidor o su entorno y puede ser de tipo experimental, por curiosidad, ocasional, esporádico y normalmente por factores sociales o presión grupal, y el episódico, que es aquel que se realiza por cuestiones recreativas o en situaciones psicosociales muy concretas y por poco período de tiempo. Sin embargo el abuso se entiende como aquella situación en la que los consumos, bien por su cantidad o por su mantenimiento continuado a lo largo de un tiempo prolongado, generan consecuencias negativas en el propio consumidor, en su entorno o en ambos a la vez.


Cuando hablamos de Prevención, nos referimos a la coexistencia, en la sociedad, de tres elementos complementarios, dada la complejidad del fenómeno que hemos estado trabajando. Por un lado la Prevención Primaria es aquella que se realiza basándose en técnicas de información, promoción y de educación para la salud y que persigue retrasar el inicio del consumo de sustancias, fomentando hábitos saludables de vida y de comportamiento con uno mismo y con su entorno.


La Prevención Secundaria es la que se arbitra para que las personas que bien siendo consumidoras esporádicas o habituales, o tienen comportamientos adictivos, no lleguen a ser dependientes y sean capaces de mantener un consumo responsable.


Hablamos de Prevención Terciaria, cuando los programas que se articulan van dirigidos hacia aquellos individuos drogodependientes o que tienen adicciones comportamentales instauradas con la finalidad de que se integren en programas terapéuticos que les permitan salir de esas situaciones, e incorporarse de una manera normalizada en la sociedad.


Para llevar a cobo una prevención y actuación de manera estratégica, en contra del consumo de drogas en edades tempranas, se deberá de hacer uso de la llamada caja comunitaria, en la que intervenga tanto padres como educadores y lideres de la comunidad.


CAJA DE ACCIÓN COMUNITARIA



  • Los padres pueden usar la información sobre los factores de riesgo y de protección como ayuda para desarrollar acciones preventivas positivas (Ej., conversar sobre las reglas de la familia) antes de que ocurran problemas.


  • Los educadores pueden fortalecer el aprendizaje y los lazos con la escuela vigilando las conductas agresivas y la falta de concentración, riesgos asociados con el abuso futuro de drogas y problemas relacionados.


  • Los líderes de la comunidad pueden evaluar los factores de riesgo y de protección asociados con los problemas de drogas en la comunidad para seleccionar los mejores servicios preventivos.

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